PALAZZO BENEDETTI DE´ MEDICi
Veroli es uno de los centros más ricos en historia, cultura y arte de la Ciociaria. Ciudad hermética, más tarde municipio romano, fue de gran importancia en la Edad Media como sede episcopal.
En el centro histórico de esta floreciente ciudad se pueden ver los restos de las antiguas murallas romanas que sostienen la gran terraza sobre la que se alza la Iglesia de Sant´Andrea. Situada en una posición estratégica, puente entre Roma y Nápoles, esta ciudad está rodeada de verdes colinas y goza de una vista panorámica del valle de la Ciociaria.
En este espléndido marco, en una de las zonas más pintorescas de la ciudad, se encuentra uno de los palacios históricos más señoriales por su importante historia vinculada a la familia De Medici, que vivió en este maravilloso palacio durante generaciones.
El edificio data de la segunda mitad del siglo XVIII y queda patente en muchos de los elementos arquitectónicos que componen el interior.
La sobria pero importante entrada principal, con un portal de medio punto coronado por un delicado balcón, anticipa el interior, que muestra en toda su elegancia una regia escalera sostenida por columnas con capiteles corintios y luminosas ventanas ojivales que recuerdan armonías dieciochescas.
Las habitaciones de la primera planta, con suelos de época, y las ventanas ojivales abocinadas añaden el encanto y la sorpresa de asomarse a una amplia terraza panorámica. En la segunda planta, las habitaciones están pintadas al fresco y se caracterizan por bóvedas de crucería que confieren a las estancias un sabor señorial y de antigua tradición.
La entrada de la planta baja conduce a un patio con habitaciones antaño destinadas a actividades agrícolas, hoy recuperables para todas las necesidades.
Adyacente a la estructura principal se encuentra un edificio utilizado en su día como almazara, en dos niveles de aproximadamente 450 metros cuadrados, que además de ser amplio ofrece un jardín en terrazas con vistas al valle de Ciociara.
Toda la estructura, con su patio interior, su amplia y panorámica terraza y su jardín, representa un complejo verdaderamente histórico y señorial que, con el paso del tiempo, ha conservado toda la belleza y el encanto que sólo los edificios de época pueden evocar.
Ideal para los amantes del gusto por la historia, para los amantes de los detalles arquitectónicos importantes y de las vistas panorámicas sobre un territorio verde y virgen.