A pocos pasos del pintoresco Castillo de Sinio, esta extraordinaria residencia, aunque situada en el corazón del pueblo, ofrece una excelente privacidad y da la sensación de estar inmersa en la tranquilidad del campo. Al atravesar la verja de entrada, la propiedad se revela con elegancia. Un primer edificio adyacente a la villa principal alberga un refinado apartamento tipo loft, con dos dormitorios, dos cuartos de baño y una versátil zona de estar, perfecto para alojar a invitados, personal de servicio o generar ingresos extra. Continuando por el patio, se llega a la residencia principal, una auténtica joya arquitectónica. Cada habitación rezuma carácter y estilo, con detalles exclusivos: un jardín de invierno inundado de luz, antiguas paredes de ladrillo que hablan de tradición y un cuarto de baño secreto oculto en un armario empotrado. El arte cobra vida en los frescos originales del famoso Valerio Berruti, que añaden un toque de prestigio y singularidad. La planta baja alberga un amplio y luminoso salón, perfecto para momentos de relax y convivencia, que culmina en una moderna y funcional cocina de diseño, donde el mármol y la madera se funden armoniosamente. Subiendo las escaleras, la zona de noche ofrece cuatro amplios dormitorios, cada uno con su cuarto de baño privado. Uno de ellos cuenta con una terraza panorámica desde la que se puede admirar una impresionante vista de la campiña circundante. La mansarda completa la residencia con otros dos dormitorios, dos cuartos de baño y pequeñas terrazas, garantizando el máximo confort y privacidad. Un tercer edificio polivalente enriquece aún más la propiedad: un espacio versátil, ideal para convertirse en despacho personal, gimnasio, cine en casa o sala de yoga, según las necesidades de los habitantes. La zona exterior, un auténtico oasis de serenidad, está realzada por un exuberante jardín que envuelve la propiedad y una piscina aislada, perfecta para relajarse en total intimidad. La propiedad es única en su género, perfecta para quienes aman la intimidad pero no quieren estar demasiado aislados, para quienes gustan de invitar a huéspedes, amigos y familiares garantizándoles la máxima independencia pero pudiendo disfrutar de espacios comunes generosos y evocadores.