Le ofrecemos una pequeña y característica aldea que data de 1600 en las colinas de Chianti. Rodeado de un terreno de unos 7000 metros, gran parte del cual está plantado de olivos, consta de dos grandes casas de labranza y tres graneros con una superficie de unos 1300 metros cuadrados.
La vista desde los cortijos es muy bonita, todo un valle de viñedos y en los días buenos se pueden ver las torres de San Gimignano. El caserío necesita una restauración completa, pero tiene un gran potencial.
La prioprietá ha hecho un estudio de viabilidad para la realización de una estructura receptiva que albergaría 8 pisos, zonas comunes y una piscina. Es el lugar perfecto para aquellos que quieren experimentar la verdadera Toscana, para aquellos que les gusta personalizar sus propiedades, para aquellos que quieren crear una bienvenida en una de las zonas más deseadas de la Toscana y del mundo: ¡Chianti!