Se vende villa in zona tranquila Crespina Toscana

Esta vivienda de ensueño, muy típica de la Toscana, fue la residencia de un famoso pintor Macchiaiolo, que la construyó en 1895.
Se encuentra en Crespina, un pequeño pueblo cerca de Pisa, Lucca y a unos 40 min. de Forte dei Marmi.

Rodeada de 25 hectáreas de bosque y mil olivos, está situada en una pintoresca colina con vistas a un hermoso y típico valle toscano con sus pequeños lagos.

Hay, en total, otras tres propiedades situadas en la misma parcela que la villa principal:
una es un pequeño apartamento utilizado actualmente por el conserje, otra es Villa Santernetti y la tercera es Villa Torre Alta.

El jardín en terrazas continúa por debajo de la maravillosa terraza mirador y es aquí donde se ha situado la piscina infinita de 20 metros.

Toda la villa ha sido completamente restaurada y está equipada con la última tecnología, incluido un sistema de alarma.

Nada más entrar en esta propiedad, queda muy claro que no es sólo una residencia de lujo, sino también una auténtica galería de arte que refleja el espíritu artístico de este lugar, que inspiró a los artistas del movimiento Macchiaioli en el siglo XIX.

En la planta baja encontramos una espléndida galería, de unos veinte metros de largo, con una entrada doble que da directamente a la entrada;
a la derecha se encuentra el comedor, decorado al fresco, que también comunica directamente con la cocina.

La cocina está bellamente decorada y dotada del equipamiento más moderno.

A la izquierda de la galería se encuentra una sorprendente biblioteca, amueblada con una zona de asientos muy moderna.

Justo enfrente de la cocina se encuentra la entrada a la “pieza central“ de esta villa verdaderamente única: el enorme salón, muy grande, con frescos y hermosos pilares de mármol, que se llama “el Salón de las Columnas“.
Fue construido por el actual propietario para recibir a sus invitados a lo grande.
Lo mejor de este espléndido salón es que está totalmente esmaltado, por lo que la luz natural lo convierte en una estancia muy luminosa,
incluso durante los meses de invierno.

Además, desde aquí se puede disfrutar de las mejores vistas de la campiña toscana.

Desde el salón se accede a la lujosísima zona de SPA, con las escaleras decoradas de forma extremadamente elegante.
El SPA cuenta con una piscina cubierta climatizada a 37 grados con hidromasaje y cascadas romanas, una sauna finlandesa y una zona de vestuarios y duchas.

En la misma planta, conectada por una puerta automática de cristal, se accede a la piscina infinita exterior, de 20 m de largo y 6,5 m de ancho, hecha de piedra preciosa, con una vista impresionante de todo el valle. También está equipada con una bañera de hidromasaje y una ducha de agua caliente al aire libre.
Cerca de la piscina, una gran mesa de comedor está lista para el desayuno, la cena y los aperitivos junto a la piscina con amigos y familiares.

La primera planta ofrece acceso a una hermosa galería de arte y a los dormitorios.
La primera es la maravillosa suite principal con baño en suite.
La segunda es otra habitación finamente amueblada, también con baño en suite; la tercera es una habitación de invitados, también con su propio baño en suite.

También en esta planta hay otros dos salones y un guardarropa, así como una terraza panorámica.

La segunda planta ofrece otros cuatro amplios dormitorios, cada uno con su propio cuarto de baño, así como el estudio personal del pintor, que ahora se ha transformado en un espacio de cine en casa muy acogedor, con una pantalla de pared y sistemas de alta tecnología de última generación.

Alrededor de la villa principal, se ha creado un típico jardín de estilo italiano, con setos bien cuidados, estatuas y columnas que deleitan la vista, con vistas al panorama de ensueño de la Toscana.

La villa principal está rodeada por un parque de 43.000 metros cuadrados, embellecido con flores ornamentales típicas italianas y esencias decorativas, como el humilde jazmín y los limoneros.
Los caminos de grava a lo largo de todo el parque permiten pasear incluso en los calurosos días de verano, gracias a la sombra que proporcionan los miles de olivos y otros árboles.